Año nuevo, tiempo nuevo
¿Cómo se organiza? ¿Prefiere postergar lo difícil? ¿Va a la deriva esperando que las cosas se solucionen solas? ¿Aprovecha su tiempo lo mejor posible? ¿Saca ventaja sabiendo cómo organizar sus tareas?
Conteste SI o NO según corresponda en las siguientes preguntas y descúbralo.
Sume 5 puntos por cada respuesta afirmativa.
- 50 o más puntos: Es buen organizador de sus tareas.
- Entre 30 y 40 puntos: Su organización cotidiana es admisible.
- Menos de 30 puntos: Su organización es pobre.
Cuando se organizan las tareas con eficacia, la vida es más cómoda para uno mismo y para los demás. Vea las siguientes claves y… ¡póngalas en práctica!
ORGANIZARSE: LA REGLA ANTIESTRÉS Nº1
- Planifique su día: escriba todas sus actividades y luego divídalas en tres partes:
a- Desde que se levanta hasta el almuerzo.
b- Desde el fin del almuerzo hasta la tarde.
c- Desde la tarde hasta que se va a acostar.
Al hacerlo, decida qué es urgente (debe ser hecho en forma prioritaria) y qué es importante, pero puede esperar. Asígnele un puntaje a sus tareas y una vez que haya decidido qué es urgente… hágalo.
- Haga una cosa a la vez: hacer muchas cosas en simultáneo aumenta el riesgo de errores. Lo mejor es concentrarse en lo que está haciendo para terminarlo bien y seguir con el resto.
- Anticípese a los imprevistos: sepa que suelen ser frecuentes a pesar de sus buenas intenciones de organización. Prepárese contando siempre con unos minutos “extra”. Por ejemplo: si calcula que llegará en 20 minutos a destino, súmele 10 y salga con 30’ de anticipación. Perder un transporte o circular con mucho tránsito pueden sucederle a cualquiera.
- Tire lo que no sirve: si guarda cosas “por las dudas”, empiece por revisar cajones y estantes minuciosamente. Detecte objetos y papeles que le quitan tiempo y aumentan el desorden. Deshágase de lo que no usa y clasifique lo que es útil. Para esto son prácticas las carpetas con folios, las carpetas de archivos y las cajas con etiquetas.
- Esté atento: darse cuenta a la mañana que se quedó sin leche o café para el desayuno puede ser tan estresante como entrar a la ducha y advertir que no hay shampoo o jabón de tocador. Conéctese con su rutina. Las cosas que se terminan o se gastan no se regeneran espontáneamente. Haga listas, chequee a diario, organice sus compras y hágalas.
- Use alarmas: aproveche el celular y la computadora para cargar las fechas de vencimiento y los eventos importantes (cumpleaños y turnos médicos) de modo que le suene una alarma y evite olvidos.
- Escriba en la agenda: es ideal porque no se queda sin batería ni requiere de encender ningún aparato. Anote todo. Horarios, compromisos, teléfonos, nombres, direcciones… Deje de sobrecargar la cabeza.
- Sea efectivo: invertir tiempo en organizar su día le permitirá estar más tranquilo y le ahorrará contratiempos y malestar.