Endorfinas: cómo aumentar las hormonas del bienestar

Las endorfinas son sustancias fabricadas por nuestro sistema nervioso en una pequeña glándula ubicada en la base del cerebro donde, al recibir estímulos físicos o emocionales, se liberan para viajar hacia los receptores cerebrales provocando analgesia y sedación y una sensación de placer asociada al evento que disparó la acción cerebral. 

Este circuito natural hace que las endorfinas estén relacionadas con sentimientos de bienestar, euforia, sexualidad y alivio del dolor.

 
Cuando las endorfinas se encuentran en niveles bajos o se tienen pocos receptores de esta sustancia, son frecuentes los efectos opuestos: dolor físico y emocional, adicción y mayor incidencia de conductas de riesgo. Esto se debe a que las sustancias como las endorfinas pueden estimular o inhibir los estados emocionales y alterar diversas funciones orgánicas que afectan el bienestar mental. 
De hecho la mayoría de los neurotransmisores (así se conoce a estos mensajeros químicos cerebrales) tiene un rol muy importante en el humor, en la sensibilidad al dolor y en los procesos del pensamiento y de memoria; y entre sus funciones se destacan la regulación de ciertos circuitos que afectan directamente el equilibrio emocional. Otros neurotransmisores relevantes, son: serotonina, dopamina, norepinefrina o noradrenalina, melatonina y acetilcolina. 
¿Puede notar la importancia que tienen sobre su salud y su sensación de bienestar? 
Estas sustancias también necesitan de cuidado, ya que para estar en equilibrio y funcionar adecuadamente requieren de una alimentación nutricionalmente adecuada, luz solar y ejercicio moderado. Además, algunos hábitos como fumar y consumir alimentos procesados en exceso favorecen su desequilibrio e inciden directamente en la salud mental y física.
Cuando los cambios en el estilo de vida no son suficientes es posible restablecer el equilibrio de los neurotransmisores mediante farmacoterapia y una terapia psicológica.

Funciones comprobadas
A nivel físico las endorfinas están implicadas en:

  • la reducción del dolor, 
  • el control de la temperatura corporal, 
  • la frecuencia cardiaca y la respiración,
  • la liberación de hormonas sexuales (aumento del deseo),
  • el aumento de las defensas.

A nivel mental están involucradas en:

  • la reducción de la ansiedad, 
  • la percepción del placer, 
  • la sensación de alegría, bienestar y euforia. 

Algunos estudios sugieren, además, que son las responsables de:

  • la superación de la tristeza,
  • la eliminación de estados depresivos,
  • la evitación de actitudes pesimistas. 

Por esto se cree que recompensan al organismo con la sensación de placer cuando este realiza actividades saludables o positivas para su propia supervivencia como amar, tener relaciones sexuales, alimentar al lactante o simplemente, comer. 
Su producción se estimula intensamente con el contacto físico (a través de una caricia, un beso, la lactancia o el sexo) y por acción del ejercicio y la luz natural, sobre todo en primavera. 

Las endorfinas son opiáceos naturales. Pueden ser hasta 20 veces más potentes que los medicamentos contra el dolor que se venden en las farmacias.

Diez claves para fabricar más endorfinas

  1. Hacer ejercicio. Reduce el riesgo de depresión y ansiedad y favorece el descanso reparador. 
  2. Realizar una alimentación equilibrada. Incorporar todos los grupos de alimentos y reducir el consumo de preparaciones procesadas y con exceso de grasas, azúcares y sodio. Más vegetales, pescado y lácteos descremados; semillas, granos enteros y frutos secos; carne roja magra y pollo sin piel. Todos activan la producción de sustancias que colaboran con la fabricación de endorfinas.
  3. Comer chocolate y pimientos picantes. Ambos estimulan la secreción de endorfinas. El chocolate debe ser negro, lo más puro posible, con el mínimo de azúcares y grasas agregadas.
  4. Beber menos alcohol y cafeína. En exceso generan una tolerancia que requiere aumentar la ingesta provocando efectos secundarios.
  5. Mantener relaciones sexuales satisfactorias. El contacto corporal íntimo es un complemento ideal para la producción de endorfinas.
  6. Reír. Provoca bienestar instantáneo porque libera endorfinas y favorece una mayor tolerancia al dolor. Es importante propiciar momentos de risa a diario. Si no sale sola, ir en su búsqueda mirando videos o películas, escuchando chistes o reuniéndose con personas divertidas.
  7. Estar en contacto con la naturaleza y tomar sol. Veinte minutos diarios de sol ayudan a la piel a absorber los rayos UV y producir vitamina D, importante para el estado de ánimo.
  8. Promover la relajación. Ejercicios de respiración, meditación, visualizaciones.
  9. Tener un hobby, conectarse con la música a través del baile o el canto. Aprender algo nuevo genera un circuito de estímulo – recompensa que aumenta la sensación de bienestar. 
  10. Propiciar momentos de buena compañía y participar de actividades solidarias. Tener una conversación agradable, recibir un abrazo o un masaje, ayudar a los demás, ser voluntario… La conexión interpersonal eleva las sustancias químicas que calman y reconfortan.

Los estados de ánimo positivos favorecen un patrón cíclico: cuando liberamos endorfinas, estas nos motivan a continuar realizando aquellos comportamientos que habían generado dicha liberación, como hacer ejercicio o pasar más tiempo con personas queridas.

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