Día Mundial de la Higiene: una iniciativa para prevenir enfermedades

El Día Mundial de la Higiene se celebra cada 3 de septiembre con el objetivo de promover medidas de aseo para el cuidado de la salud de la población, tanto en el ámbito sanitario como en cada uno de los hogares, para recordar la importancia de la higiene en la prevención de diferentes tipos de enfermedades y redoblar los esfuerzos por mantener la higiene en los alimentos y bebidas, los lugares públicos y domésticos y promover la eliminación segura de los desperdicios.
Se define como “higiene” al conjunto de conocimientos y técnicas que deben aplicar las personas para el control de los factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos sobre su salud. 
A continuación compartimos las medidas principales de higiene y las razones por las que distintos organismos como la OMS y UNICEF las recomiendan.

Higiene personal
La higiene personal es el concepto básico del aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo. Mantener una higiene personal adecuada, previene enfermedades e infecciones.

Las actividades relacionadas con la higiene y cuidados del cuerpo permiten la consolidación de los hábitos de higiene en los niños, niñas y jóvenes, para lo cual es fundamental que se tengan conocimientos acerca de su cuerpo y funciones, así como de los hábitos que se deben tener para su buen estado de salud. 
La higiene de la piel, de las axilas, los pies y los genitales es indispensable para la salud personal.
La falta de medidas de higiene corporal puede ser causa de enfermedades como sarna o escabiosis, micosis y hongos, entre otras. 
Los hongos y otros microorganismos que invaden la piel se alojan principalmente en las axilas, las ingles, entre los muslos y otras zonas del cuerpo donde hay humedad.
Para evitar enfermedades de la piel es recomendable: 

  • Bañarse diariamente, utilizando abundante jabón. 
  • Secar bien todas las partes del cuerpo luego del baño. 
  • Cambiar a diario la ropa interior, camisas y otras prendas de vestir que estén en contacto directo con la piel. 
  • Lavar la ropa de todo el grupo familiar con jabón. 
  • Lavar frecuentemente el cabello utilizando champú. 
  • Mantener las uñas limpias y cortas. 
  • Secar cuidadosamente los oídos sin introducir objetos para limpiarlos. 
  • Acudir, en caso de enfermedad, al establecimiento de salud más cercano.  
  • No es conveniente automedicarse. 

Las glándulas sudoríferas que se encuentran distribuidas por toda de piel, pueden aumentar la segregación durante momentos de angustia, tensión o emociones fuertes por lo que se recomienda: 

  • Lavar bien las zonas de la piel de mayor sudoración, secarlas, usar desodorantes no irritables y talco que permitan mantenerlas secas. 
  • Mantener los pies calzados y cómodos. 

Los dientes son parte importante de nuestro cuerpo y cumplen funciones específicas durante la alimentación: cortar, rasgar, triturar y cada uno de ellos tiene un papel fundamental para una adecuada alimentación y nutrición. 
Entre las enfermedades más comunes de los dientes se encuentran las caries, que son ocasionadas la falta de una adecuada higiene bucal. 
Las caries son una puerta de entrada a infecciones peligrosas, cuando se presenten deben atenderse rápidamente por el odontólogo para no tener que ser extraído el diente a causa de su mal estado. 
Un diente dañado, además, puede causar intensos dolores que afectan la asistencia de las personas a la escuela o trabajo. 
Para mantener dientes saludables se recomienda: 

  • Cepillar correctamente los dientes después de cada comida, al levantarse y antes de dormir. 
  • Limpiar los dientes utilizando la técnica del barrido, para lo cual se coloca el cepillo con las cerdas hacia arriba, se presiona suavemente hasta llevar las cerdas del cepillo hacia abajo, con lo que se permitirá eliminar los restos de alimentos adheridos a los dientes. 
  • Usar el hilo dental para remover restos de alimentos que han quedado entre los dientes. 
  • No excederse ni consumir golosinas entre comidas.
  • Visitar al odontólogo periódicamente, se recomienda hacerlo dos (2) o tres (3) veces al año. 
  • Aplicar periódicamente solución de flúor, para lo cual se debe visitar al odontólogo.


Higiene ambiental

La vivienda, la escuela, el aula de clases, los espacios de la comunidad y los lugares donde se desarrollan la mayor parte de las actividades deben reunir las condiciones mínimas de higiene ambiental en cuanto al espacio, ubicación, infraestructura, ventilación, limpieza y calidad del ambiente de manera de favorecer la seguridad y prevenir enfermedades. 
Algunas de las normas recomendables para la higiene ambiental en la vivienda y en la escuela son: 

  • Limpieza adecuada de las diferentes áreas de la vivienda, de la institución educativa, de la localidad o comunidad. 
  • Eliminación diaria de desperdicios o basura. 
  • Ubicación de los desperdicios o basura en lugares apropiados y en recipientes tapados. 
  • Limpieza frecuente de los depósitos de almacenamiento y espacios donde se coloca la basura. 
  • Si no hay servicio de recolección de basura, ésta debe ser quemada o enterrada. 
  • Almacenar por separado los alimentos de los productos de limpieza y otras sustancias químicas. 
  • Mantener productos de limpieza, detergentes, insecticidas y medicamentos, en lugares apropiados y fuera del alcance de niños y niñas. 
  • Mantener los alimentos en lugares adecuados, de fácil acceso, limpio y protegido de animales e insectos. 
  • Ubicar los animales domésticos en lugares separados de los que habitan las personas. 
  • Orientar a los niños, niñas y adolescentes sobre comportamientos favorables que permitan preservar el ambiente, lograr el saneamiento del hogar, de las instalaciones educativas, de los sitios públicos y de recreación.

 

Higiene de alimentos
Así como son importantes los hábitos de higiene personal, la higiene de los alimentos es uno de los aspectos vitales para tener un buen estado de salud.
Cuando los alimentos no son manipulados adecuadamente, pueden contaminarse y transmitir microorganismos, como bacterias, hongos y parásitos. 
Otra fuente de enfermedades es el manejo inadecuado de productos químicos como los insecticidas, herbicidas, detergentes u otros tóxicos, que pueden contaminar los alimentos. 
Los alimentos contaminados pueden causar enfermedades tales como diarreas, fiebre tifoidea, hepatitis, y cólera (muy común en el trópico y durante las lluvias) y algunas veces, intoxicaciones alimentarias. 
Las intoxicaciones alimentarias pueden manifestarse con dolor de cabeza, cólicos, vómitos, náuseas, diarreas, malestar general, rosetones en la piel y a veces fiebre; en casos extremos, pueden ser causa de muerte. 
Cuando se presente alguno de estos síntomas hay que acudir lo antes posible al establecimiento de salud más cercano. 
Hoy en día, el consumo de alimentos fuera del hogar es una práctica común tanto en las ciudades como en las regiones rurales, por lo que es necesario conocer y poner en práctica algunas normas elementales de higiene para evitar enfermedades por consumo de alimentos en condiciones no adecuadas. 
Los hábitos de higiene en la alimentación son simples y deben ser tratados tanto en el hogar como en la escuela, algunos consejos y recomendaciones importantes son: 

  • Lavar las manos con agua y jabón antes de preparar los alimentos, antes de comer y después de ir al baño. 
  • Evitar consumir alimentos preparados en la calle o vía pública, y en caso de hacerlo observar que se cumplan con las normas mínimas de higiene
  • Evitar la compra y consumo de alimentos en establecimientos que no cumplan con las normas básicas de higiene. 
  • Consumir alimentos bien cocidos, sobre todo el pescado y las carnes rojas y blancas, ya que las carnes crudas pueden ser una vía fácil para contraer enfermedades alimentarias. 
  • Lavar bien los utensilios y cualquier superficie donde se preparen alimentos, antes y después de su manipulación. 
  • Al consumir alimentos procesados y envasados revisar que las bolsas plásticas no estén rotas o que los envases no presenten abolladuras, estén abombados u oxidados.
  • Evitar la compra y consumo de alimentos que presenten evidencia de haber estado en contacto con animales, así como aquellos que presenten protuberancias o abolladuras, cuyo contenido brote al abrir el envase o con apariencia burbujeante, viscosa o mohosa, o con olores extraños, pútridos o sulfurosos. 
  • Utilizar el agua potable previamente hervida para preparar los alimentos.
  • Mientras se realizan labores de limpieza, no manipular los alimentos, por ello se requiere lavarse las manos antes de prepararlos. 
  • Los desperdicios deben colocarse en bolsas plásticas y luego depositarlos en espacios apropiados fuera del área de la preparación de los alimentos.
  • Antes de la adquisición o compra de los alimentos procesados, empaquetados o envasados debe revisarse en la etiqueta la fecha de su elaboración, expedición, así como la fecha de vencimiento. Es importante no consumir alimentos con fechas vencidas pues podrían ser causa de enfermedades alimentarias graves. 
  • Evitar la compra y consumo de alimentos en establecimientos que no cumplan con las normas básicas de higiene.

Poner en práctica estas normas reduce considerablemente el riesgo de enfermedades. 

Fuente: Los-habitos-de-higiene-unicef 

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