Qué es la artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) es la forma más común de artritis autoinmune, una enfermedad crónica que, en un 75% de los casos, se presenta en mujeres.
Comienza con más frecuencia entre los 30 y 50 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.

Causas
Nuestras defensas (sistema inmunitario) están programadas para atacar a agentes extraños como bacterias y virus mediante la creación de una inflamación. 
En una enfermedad autoinmune, este sistema inmunitario envía por error la inflamación a sus propios tejidos saludables creando una gran inflamación que se envía, en el caso de la AR, a las articulaciones causando dolor e hinchazón.
Aunque todavía se desconoce el origen de este proceso, se sabe que las enfermedades autoinmunes se dan en las familias por lo que se estima que ciertos genes con los que se nace pueden hacernos más propensos a adquirirlas.

 Si la inflamación permanece durante un tiempo prolongado, puede causar un daño articular que por lo general es irreversible.

Señales
La AR causa:

  • dolor en las articulaciones; 
  • rigidez: suele ser peor por la mañana y mejora con el movimiento;
  • hinchazón;
  • disminución del movimiento articular; 
  • pérdida de energía y del apetito;
  • bultos firmes, llamados nódulos reumatoides, que crecen debajo de la piel en lugares como el codo y las manos.

Las zonas más afectadas son las pequeñas articulaciones de las manos y los pies aunque en ocasiones puede afectar la vista, la piel o los pulmones.

Diagnóstico
No hay una prueba única que sirva para diagnosticar AR. Un reumatólogo es el especialista  médico con la habilidad y el conocimiento para hacer un diagnóstico correcto y recomendar el tratamiento más adecuado.
Para determinar la presencia de la AR se recurre a:

  • Análisis de sangre: se buscan anticuerpos en la sangre que suelen estar presentes en las personas con AR. Los anticuerpos son proteínas pequeñas que ayudan a luchar contra sustancias extrañas llamadas antígenos. Los análisis de sangre también se realizan para buscar altos niveles de inflamación.
  • Examen de las articulaciones.
  • Radiografías o imágenes de ultrasonido: las primeras radiografías pueden ser útiles más adelante para indicar si hay avance de la enfermedad. Pueden realizarse estudios de resonancia magnética y ecografía para confirmar o juzgar la gravedad de la AR.

En general, los síntomas tienen que persistir durante más de tres meses para que se considere este diagnóstico. Sin embargo, hay pacientes a los que se los puede diagnosticar antes.

Tratamiento

Aunque no hay cura para la AR, los tratamientos actuales brindan un alivio entre bueno y excelente de los síntomas y permiten seguir funcionando en los niveles normales o muy cercanos a estos. La meta es aliviar el dolor y la hinchazón en las articulaciones y mejorar la capacidad del paciente para realizar actividades cotidianas. 
Para conseguirlo se recurre a medicamentos específicos gracias a los que muchos pacientes dejan de presentar signos de enfermedad activa, situación denominada “fase de remisión”. Además de la farmacoterapia, la educación del paciente para aprender a convivir con la AR también es importante. Una atención adecuada suele requerir la participación de un equipo de profesionales, incluidos reumatólogos, médicos de cabecera y terapeutas físicos y ocupacionales. 
Los controles con el especialista son fundamentales porque permiten monitorear el curso de la enfermedad y examinar si hay efectos secundarios de los medicamentos que toma. También es probable que deba volver a realizarse exámenes de sangre y radiografías o ecografías eventualmente.
Lo más importante es obtener un diagnóstico precoz para prevenir que las articulaciones tengan daños duraderos o posiblemente permanentes realizando el tratamiento individual que recomienda el reumatólogo.

 Quienes padecen de AR y no logran un control exitoso de su enfermedad tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y ataques cerebrovasculares. Siga las indicaciones de su reumatólogo.


Fuente:
American College of Rheumatology: https://www.rheumatology.org

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