Diciembre: claves para disfrutar de los festejos

Dónde va a pasar el 24, el 25, el 31 y el primer día del año.
Quiénes van a estar en el lugar o irán a su casa.
Quién lleva la bebida o por qué a usted le toca siempre lo más costoso o elaborado.
Qué hacer si llueve, si hace calor o está húmedo e irrespirable.
Cómo cuidar a las mascotas, qué comprar para los chicos de la familia o hijos de amigos o sus propios hijos o nietos… Una pesadilla tener que volver a ver a Fulano o Mengana…
¿Se identifica con algunas de estas postales navideñas? No es el único. 
Sin embargo es posible que esta celebración sea diferente si pone en práctica algunas de las sugerencias que compartimos a continuación. 
Claro que dependerá de varios factores ya que no todo recae en uno cuando de las Fiestas se trata. Aún así, la actitud con que llegue a fin de mes puede hacer la diferencia entre una semana que espera pase tan pronto como sea posible y una oportunidad para encontrarse con usted mismo, con sus afectos y con la posibilidad de celebrar el hecho más simple y maravilloso: compartir la vida.

Las claves

  1. Tenga el propósito de mantener la calma. Para conseguirlo es importante organizar espacios durante el día en los que pueda hacer lo que más disfruta y tener un tiempo para dar una caminata, leer, escuchar música, visitar a un familiar o amigo… lo que sea que le brinde bienestar. 
  2. Sea positivo en el balance. En lugar de pensar en las metas no logradas, valore lo realizado y aprenda de las experiencias vividas. Por ejemplo, si no alcanzó algo que se propuso renueve el objetivo para el 2020. 
  3. Priorice el encuentro. Aunque las compras, los regalos, el repaso de enojos o cuentas pendientes toman protagonismo, esfuércese por recordar que la clave está en aprender a disfrutar lo que lo rodea, incluso de los detalles más pequeños… 
  4. Sea organizado. Si tiene planes que lo desbordan acomódelos a su realidad. Comience por distribuir el tiempo real entre las actividades que tiene que cumplir, separando los minutos para usted que le sugerimos en la primera clave, y ordenando el resto de los pendientes de acuerdo a su grado de importancia. Las listas pueden ser sus aliadas. Escriba las tareas del día y numérelas en una escala donde 1 sea lo más urgente y a medida que ascienden los valores otorga el nivel de interés al resto de las cosas.
  5. Suelte los rencores. No puede cambiar lo que pasó, pero puede dejar ir los pensamientos o recuerdos que le causan dolor. De usted depende dar vuelta la página y seguir adelante. Revise sus propias actitudes y reflexione. Vea cuáles son las áreas en que puede mejorar y dispóngase a hacerlo. Si tiene que pedir perdón por un error, no lo dude. Puede hacerlo a través de un encuentro, una conversación telefónica, un mensaje de texto o un correo electrónico. Aunque estas dos últimas opciones no suelen ser las más personales, siempre serán mejores que dejar las cosas como están.
  6. Renazca a una vida nueva. Aproveche el significado de la Navidad y dese la posibilidad de nacer a una nueva vida. Sin importar la edad que tenga, nunca es tarde para una segunda oportunidad, cambiando de un día a la vez. Sea flexible y elimine los pensamientos del “todo o nada”. Como seres humanos que somos, cometemos errores y estos son parte del aprendizaje. 
  7. Comparta sus vivencias. Recuerde las Fiestas de su infancia y cuénteselas a sus hijos o a sus nietos. Puede ser el inicio de una linda tradición familiar. Cómo armaban el árbol y el pesebre, cuáles eran los villancicos que se cantaban, cómo eran sus reuniones y las comidas, cuáles son las anécdotas que le contaban de pequeño, qué hacían al llegar las 12 de la noche. 
  8. Celebre. Antes de las Fiestas haga una lista escribiendo todas las cosas con las que ha sido bendecido: un amor, un hijo, un amigo, un trabajo, una mascota, un viaje, un nuevo amanecer, la música, un aprendizaje nuevo… Y a las 12 levante la copa y agradezca por todo lo que tiene. 
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