Beneficios incomparables de la comida casera

Entre las causas de la obesidad, además de los genes y del movimiento, está la alimentación. Tanto es así que frente a la decreciente comida casera aumentaron considerablemente los problemas con el peso corporal. 
Esto se debe a que la comida del delivery o de los restaurantes tiene más grasas, más azúcares y más sal. A esto hay que sumar que las porciones son cada vez más grandes. 
Esto último es muy importante porque, desde la niñez, uno está acostumbrado a comer todo lo que contiene el plato porque era mamá quien servía las porciones adecuadas para cada uno. Pero cuando el mozo o el cadete del delivery llevan las porciones, lo hacen en base a estándares industriales o comerciales que guiaron su preparación y servicio.
Como resultado, las personas tienden a comer de más y, como consecuencia, se produce el aumento de peso porque ese plato ya no es nutricionalmente lo que era antaño y porque la porción está lejos de ser la adecuada.
Aunque estas condiciones sean las que están disponibles, usted puede volver a una comida casera que cuide la calidad de lo que ingiere y procurar el tamaño de las porciones que, moderando la cantidad de alimentos, le permita cuidar su peso y su salud.

Si vuelve a la comida casera podrá disfrutar de una mejor calidad de vida ya que los alimentos representan una excelente herramienta para prevenir enfermedades y aumentar el bienestar.

Ideas prácticas
Si la falta de tiempo es una barrera que le impide disfrutar de la comida casera, planifique:

  • Organice con tiempo las compras de las comidas que integrarán el menú familiar (en forma diaria, semanal o mensual, según sus posibilidades económicas) para evitar gastos innecesarios de último momento. 
  • Cocine con anticipación y congele algunas porciones para tener comidas siempre listas los días que no tenga tiempo o ganas de cocinar. 
  • Tenga siempre a mano frutas y hortalizas congeladas o enlatadas para agregar a sus comidas.
  • Levántese 15 minutos antes para desayunar tranquilo o deje listos los utensilios del desayuno y a mano lo que va a comer desde la noche anterior.
  • Si tiene hijos recuerde que el hábito de la comida casera también se aprende por imitación. Según las edades, involúcrelos en el proceso a través del juego y la participación. Pueden poner la mesa o levantarla, elegir alimentos a la hora de comprar o sugerir recetas y ayudar en la cocina.

Algunos recursos para una comida sana, deliciosa y casera, son:

  • Para realzar el sabor de las comidas sin grasa agregue condimentos tales como ajo, jengibre, mostaza, cebollas y jugos de frutas cítricas. Las hierbas también ofrecen una excelente y variada posibilidad de experimentar sabores y aromas. En numerosos platos pueden reemplazar a la sal. La vainilla es un ingrediente muy valioso ya que aumenta la sensación de dulzura. Se puede agregar a los quesos blancos, frutas, café. 
  • Reemplace los lácteos enteros por sus equivalentes descremados. 
  • Elimine toda la grasa visible de la carne antes de cocinarla y siempre cocine el pollo sin piel. 
  • Reemplace los aceites y grasas (manteca, por ejemplo) por rocío vegetal o caldo. 
  • Para desgrasar caldos y sopas prepárelos con anticipación y déjelos enfriar. Cuando se solidifican las grasas en la parte superior podrá quitarlas con una espumadera antes de volver a calentar. 
  • Al preparar hamburguesas caseras sustituya un tercio o la mitad de la carne por zanahorias ralladas. Le dará humedad, nutrientes y reducirá las grasas de la preparación. 
  • Para incorporar más fibra empane las milanesas con una mezcla de salvado y germen de trigo. Además, siempre prefiera la cocción al horno en lugar de la fritura.
  • Para realzar el sabor de las salsas, agregue un chorrito de vino. Por las calorías no hay que preocuparse ya que durante la cocción el alcohol se evapora. 
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